Ciudad de salida
Madrid
SALIDA DE MADRID
DÍA 1 · RUMBO A TAILANDIA
¿Listos para la gran aventura?
Nos vemos a las 18:00 en el aeropuerto de Madrid, cargados de ilusión, mochilas y alguna que otra duda existencial sobre si nos hemos dejado el cargador, el pasaporte o el bañador. Spoiler: lo importante es no olvidarse de las ganas de pasarlo bien.
Nuestro vuelo internacional EY 104 despega a las 21:15 rumbo a Abu Dabi, esa ciudad que vamos a pisar unas horitas... pero solo para hacer escala y flipar un poco con el lujo local mientras buscamos enchufes, wifi o café.
Sí, será un día largo, con muchas horas de avión y algún que otro cuello torcido por dormir mal...
Pero también será el primer paso real hacia una experiencia que lo cambiará todo.
Y como siempre decimos en IZENI:
“Hay viajes que se hacen en avión, y otros que se hacen con el alma. Este será de los dos.”
Prepárate. Hoy empieza algo muy grande.
LLEGADA Y ACLIMATACIÓN
Bangkok nos recibe... y empieza el show
Viernes, 28 de noviembre
Tras el vuelo de conexión en Abu Dabi a las 09:05, aterrizaremos finalmente en Bangkok a las 18:05. ¡Por fin estamos en Tailandia! Después de tantas ganas, preparativos y ese largo viaje con mil posturas raras para dormir en el avión, ¡hemos llegado!
Junto con el coordinador, pasaremos los trámites de inmigración y recogeremos nuestras mochilas y maletas (con suerte, todas llegarán sanas, salvas y sin haber hecho turismo solas por otra terminal).
Y aquí viene el primer detallazo IZENI:
en el mismo aeropuerto recibiréis vuestra tarjeta SIM tailandesa con datos, que os instalaremos directamente en el móvil.
Tu WhatsApp seguirá funcionando igual, tus redes sociales intactas, y tu madre podrá seguir enviándote memes sin parar.
Solo cambia el escenario: ahora estás en Asia.
Una vez todo esté listo, subiremos a nuestro autobús privado, donde nos espera nuestra guía local hispanohablante, que será parte de la familia IZENI durante los próximos días.
Haremos check-in en el hotel, nos ducharemos, suspiraremos de alivio...
Y oficialmente: ¡el viaje ha comenzado!
El resto del día será libre para aclimatarnos, pero para los que aún tengan energía (y sabemos que alguno vendrá encendido como un farolillo de Chiang Mai), el coordinador organizará:
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Visita a una casa de cambio local, para cambiar euros por bahts a buen cambio.
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Y por la noche, de manera totalmente voluntaria, salida a la mítica Khao San Road, ese rincón vibrante, caótico y magnético donde cenar algo, brindar por el comienzo de la aventura y empezar a saborear el ritmo tailandés.
Bienvenidos. Esto es solo el principio.
TEMPLOS, HISTORIA Y UNA BUENA DOSIS DE WOW
Gran Buda, Ayutthaya, Wat Pho y Wat Arun
Sábado, 29 de noviembre
A las 07:00 de la mañana, el coordinador os estará esperando en el hall del hotel con la mejor de sus sonrisas (aunque por dentro esté soñando con un café bien cargado).
Hoy tenemos un día intenso y espectacular, en el que recorreremos algunos de los lugares más impresionantes y sagrados de Tailandia, en transporte privado y con guía local.
Primera parada: el Gran Buda de Ang Thong
Nos dirigimos hacia el norte para contemplar el Buda más grande de todo el país: el imponente Phra Buda Maha Nawamin, con 92 metros de alto y 63 metros de ancho.
Te aseguramos que la primera reacción será: “¿pero esto cómo puede ser tan grande?”
Una imagen que no se olvida. Un lugar de culto y respeto... y sí, también de muchas fotos.
Después... Ayutthaya nos espera
La antigua capital del Reino de Siam nos abre sus puertas con sus templos milenarios y una atmósfera cargada de historia. Visitaremos:
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Wat Mahathat, famoso por la mística cabeza de Buda entrelazada en las raíces del árbol.
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Wat Yai Chai Mongkhon, con su impresionante chedi de 62 metros y filas de budas cubiertos por túnicas amarillas.
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Wat Chai Watthanaram, situado junto al río y uno de los templos mejor conservados de la zona. Una joya arquitectónica.
Tras este recorrido inolvidable, volveremos a Bangkok para almorzar.
Por la tarde, seguimos con más templos icónicos:
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Visitaremos Wat Pho, hogar del Buda reclinado de 46 metros de largo, y cuna de la famosa escuela de masajes tailandeses.
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Cruzaremos el río Chao Phraya en barca para llegar a Wat Arun, el “Templo del Amanecer”, con su diseño único y su ubicación mágica en el antiguo distrito de Thonburi, el más antiguo de Bangkok.
Terminaremos la jornada alrededor de las 18:00, con los ojos llenos de cultura, espiritualidad y arquitectura asombrosa.
¿Aún con ganas de más?
Para los valientes que todavía tengan energía, el coordinador organizará una salida nocturna opcional a Chinatown, el barrio chino más grande del mundo.
Pasearemos, cenaremos (cada uno se costea lo suyo) y nos moveremos en auténticos tuk tuks que añadirán una pizca de adrenalina a la noche.
Una experiencia fuera de programa, gratuita, y 100 % IZENI.
Este es uno de esos días que hacen que el viaje merezca la pena.
TRADICIÓN, COLOR Y MAJESTAD
Mercados, Palacio Real y Buda Esmeralda
Domingo, 30 de noviembre
A las 07:00, el coordinador volverá a reunir al grupo en el hall del hotel. Sí, madrugar cuesta, pero hoy vale cada minuto de sueño perdido. Nos espera un día repleto de contrastes, colores, cultura y momentos únicos.
Primera parada: el Mercado del Tren (Maeklong)
Imagina un mercado tradicional... ahora imagina un tren que lo atraviesa literalmente por el centro.
Eso es Maeklong, uno de los lugares más alucinantes y surrealistas de Tailandia.
Los vendedores, cuando oyen la bocina, recogen toldos y mesas en segundos como si nada, dejando pasar el tren a escasos centímetros de sus puestos.
Una escena que parece de película... y que viviremos en directo.
Seguimos rumbo al Mercado Flotante de Damnoen Saduak
Subiremos a bordo de una barca para navegar entre los canales de este pueblo-museo vivo, donde los vendedores te ofrecen frutas, platos típicos y souvenirs desde sus propias barquitas.
Uno de los últimos mercados flotantes auténticos del país.
Una ventana al pasado que resiste al tiempo.
Regreso a Bangkok y almuerzo
Después de esta mañana llena de vida local y tradición, volveremos a Bangkok para almorzar y reponer fuerzas.
Por la tarde, momento de grandeza:
Visitaremos el majestuoso Palacio Real, símbolo del poder y la historia tailandesa.
Pasearemos por su claustro lleno de murales y detalles dorados, y entraremos en la capilla donde se encuentra el Buda Esmeralda, la figura religiosa más importante de Tailandia.
Pequeño en tamaño, inmenso en significado.
La espiritualidad aquí se respira, y el respeto se siente en cada rincón.
Final del día
Volveremos al hotel alrededor de las 18:00, con tiempo libre para descansar, pasear o simplemente disfrutar del ambiente de Bangkok.
Y como siempre, para los que quieran seguir compartiendo momentos, el coordinador propondrá un plan de cena nocturna en grupo, sin compromiso pero con muchas ganas.
Tailandia sigue sorprendiéndonos. Y esto... solo acaba de empezar.
RUMBO AL NORTE AUTÉNTICO
Vuelo a Chiang Rai, mujeres jirafa y templos al atardecer
Hoy cambiamos de escenario. Dejamos atrás el bullicio de Bangkok para volar hacia el norte del país, una Tailandia más rural, espiritual y auténtica.
El coordinador os citará temprano en el hotel para trasladarnos juntos al aeropuerto y tomar nuestro vuelo a Chiang Rai, puerta de entrada a una región fascinante.
Encuentro con una cultura viva: mujeres jirafa
Nada más llegar, nos dirigiremos a una comunidad real de mujeres jirafa, donde podremos conocer de primera mano su historia, su forma de vida y su cultura.
No se trata de un espectáculo preparado para turistas, sino de una comunidad estable, que vive aquí con sus familias, en un entorno sencillo y auténtico.
Nos recibirán con la naturalidad de quienes abren su hogar y su historia, y será una oportunidad única para escuchar, aprender y acercarnos con respeto a una etnia tan especial como los Karen.
Almuerzo con encanto
Después de la visita, nos espera una comida en un restaurante local con mucho encanto, donde podremos relajarnos, compartir impresiones y empezar a sentir el ritmo tranquilo del norte.
Templos ocultos al atardecer
Ya en Chiang Rai ciudad, haremos una ruta muy especial por tres templos poco conocidos pero sorprendentes,
Esta zona, alejada del circuito turístico habitual, ofrece una experiencia distinta: paz, arquitectura delicada y una atmósfera mágica justo cuando cae el sol.
No daremos muchos detalles porque parte de la magia está en dejarse sorprender…
Solo diremos que terminarás con el corazón un poco más lleno y el móvil con muchas fotos que no esperabas hacer.
Una nueva etapa del viaje comienza con autenticidad, belleza y conexión real.
TEMPLOS, FRONTERAS Y RUMBO A CHIANG MAI
Wat Azul, Triángulo de Oro y el majestuoso Templo Blanco
El coordinador os citará a las 08:00 horas en el hall del hotel. Nos espera una jornada espectacular, llena de contrastes, belleza y momentos que cuesta explicar con palabras.
Wat Rong Suea Ten: el Templo Azul
Comenzamos con la visita al Templo Azul, o Wat Rong Suea Ten, una obra de arte moderna creada por un conocido arquitecto tailandés que ya colaboró en el diseño del famoso Templo Blanco.
Este templo es una joya contemporánea que mezcla tradición con creatividad y color. Su interior y su simbología os sorprenderán desde el primer instante.
Camino al Triángulo de Oro
Nos dirigimos hacia uno de los lugares más míticos del sudeste asiático: el Triángulo de Oro, donde se encuentran las fronteras de Tailandia, Laos y Myanmar, un punto clave en la historia del comercio y las rutas del opio.
Desde el mirador del templo Wat Phra That Phu Khao, veremos cómo el imponente río Mekong sirve de frontera natural entre estos tres países.
Pero no solo lo veremos… también lo navegaremos.
Subiremos a una barca tradicional para dar un paseo por el Mekong, observando los templos, mercados y los famosos casinos que se alinean en la orilla de Laos, todo mientras flotamos sobre la arteria fluvial más importante de la región.
Comida con vistas
Después de la travesía, almorzaremos en un restaurante buffet con vistas al río y las fronteras, una comida relajada en un lugar cargado de historia y energía.
El asombroso Templo Blanco
Por la tarde, nos espera una de las visitas más esperadas: el Templo Blanco, o Wat Rong Khun.
Original, provocador, simbólico, bellísimo. Este templo no deja indiferente a nadie. Cada rincón es una obra de arte llena de mensajes sobre la vida, la muerte, el karma y la espiritualidad tailandesa desde una mirada contemporánea.
Relajación en aguas termales y llegada a Chiang Mai
En ruta hacia Chiang Mai, haremos una parada en unas fuentes termales naturales.
Allí, quien lo desee podrá sumergir los pies en canales de agua caliente para relajarse tras la intensa jornada. Un pequeño lujo natural antes de continuar.
Finalmente, llegaremos a Chiang Mai, donde haremos noche.
Una nueva ciudad nos espera… con alma tranquila, templos centenarios y una esencia muy especial.
NATURALEZA, CULTURA Y ALTURA MÁXIMA
Parque Nacional de Doi Inthanon, trekking, etnias y cascadas
El coordinador os citará a las 08:00 horas para salir en furgonetas privadas rumbo a una de las maravillas naturales más impresionantes del norte de Tailandia: el Parque Nacional de Doi Inthanon.
Comenzaremos con un pequeño trekking por la montaña, atravesando parte de la selva tropical del parque, donde la vegetación, los sonidos y la humedad del ambiente nos harán sentir que estamos en una película de exploradores.
Durante el recorrido, nos detendremos en varios puntos clave para conocer mejor la flora, la fauna y los secretos de este ecosistema único.
Tras la caminata, continuaremos en minivan por carretera de montaña hasta llegar al punto más alto de todo el país. Sí, has leído bien: el techo de Tailandia.
En la cima, visitaremos los famosos chedis gemelos, monumentos construidos en honor al rey y a la reina por sus aniversarios. Desde aquí, las vistas son espectaculares y el ambiente se siente casi sagrado.
Seguiremos la ruta hasta llegar a una aldea Meo, habitada por una etnia local de montaña. Allí, tendréis tiempo libre para comer por la zona, explorar su mercadillo y conocer un poco más de su forma de vida tradicional.
Más tarde, haremos otro paseo por diferentes puntos del parque, incluyendo la visita a un segundo poblado de la etnia Hmong, otra comunidad de montaña con fuerte presencia en la región.
Cerraremos el recorrido con una visita a las cascadas Wachirathan, una de las más grandes y caudalosas de Tailandia, donde el sonido del agua y la vegetación circundante crearán un final perfecto para la jornada.
Después de un día completo en la naturaleza, regresaremos al hotel para descansar y seguir disfrutando del norte en los días siguientes.
CONEXIÓN SALVAJE
Una jornada con elefantes que nunca olvidarás
A eso de las 07:30 horas, un vehículo especial vendrá a recogernos para llevarnos a uno de los momentos más esperados de todo el viaje: la visita a un santuario de elefantes en plena naturaleza.
Este no es un lugar turístico al uso, y mucho menos un circo disfrazado de campamento.
Estamos hablando de un espacio completamente respetuoso con los animales, donde los elefantes viven en libertad, sin ataduras, sin estrés y sin maltrato.
Muchos han sido rescatados de condiciones duras, y aquí se les cuida, se les protege y se les devuelve la dignidad.
Nada más llegar, nos explicarán cómo viven, cómo se relacionan y cómo podemos ayudar a cuidarlos.
Nos facilitarán ropa especial del campamento (tranquilos, nadie pierde el estilo) y comenzará una experiencia directa, humana y poderosa:
darles de comer, tocarlos, caminar con ellos... conectar.
Después, llega uno de los momentos más emocionantes:
nos bañaremos con ellos.
En el río, en plena naturaleza, sin más espectáculo que el de compartir ese instante puro.
Llevad bañador, toalla y ropa de cambio, porque sí, os vais a mojar... pero también os vais a emocionar.
Una vez terminada la actividad, podréis ducharos y cambiaros cómodamente, y después disfrutaremos de un almuerzo incluido en el mismo entorno del santuario.
Sobre las 13:00 horas, saldremos del campamento y el propio conductor nos llevará de vuelta al hotel.
Este no es un día cualquiera.
Es una experiencia que marca un antes y un después.
Porque cuando miras a un elefante a los ojos… y ves que no tiene miedo,
sabes que estás en el lugar correcto.
ENTRE TEMPLOS Y CAMBIO DE ESCENARIO
Rumbo al paraíso del sur tailandés
Después de varias jornadas intensas de naturaleza, templos, cultura y emociones a flor de piel, hoy toca respirar, descansar y dejar que el cuerpo se recupere un poco.
La mañana será libre, ideal para tomarlo con calma, desayunar sin prisas o simplemente disfrutar del ambiente tranquilo de Chiang Mai.
Para quienes aún tengan energía o curiosidad, el coordinador ofrecerá la opción de visitar algunos templos cercanos, perfectos para despedirse de la espiritualidad del norte antes de cambiar de paisaje.
Por la tarde nos trasladaremos al aeropuerto, donde embarcaremos rumbo a una nueva etapa del viaje:
la última semana en el sur de Tailandia, concretamente en la provincia de Krabi, famosa por sus playas de postal, sus acantilados de película y ese ritmo pausado que te hace olvidar el reloj.
Prepara el bañador, la cámara y las ganas de flotar.
Porque lo que viene ahora... es puro paraíso.
ISLAS, SNORKEL Y UN ATARDECER INOLVIDABLE
Excursión privada por las 7 islas y una sorpresa final
Hoy nos espera una jornada de esas que se quedan grabadas en la memoria.
Zarparemos en una longtail boat privada, rumbo a una selección exclusiva de 7 islas paradisíacas frente a la costa de Krabi.
Al ser un tour solo para el grupo, evitaremos las aglomeraciones típicas de los circuitos turísticos.
Esto no es un tour cualquiera.
Esto es una experiencia IZENI: más íntima, más auténtica, más nuestra.
A lo largo del día navegaremos entre aguas turquesa, formaciones rocosas que parecen salidas de otro planeta y playas que parecen inventadas.
En varios puntos nos detendremos para hacer snorkel en arrecifes de coral llenos de vida marina.
Las máscaras y tubos están incluidos, así que solo necesitas traer las ganas de sumergirte y dejarte maravillar.
La comida está incluida y se servirá en una de las islas, con tiempo para descansar, nadar, explorar o simplemente tumbarse bajo las palmeras sin pensar en nada.
Y por si fuera poco, el día no acaba cuando baja el sol…
Porque justo ahí es cuando viene la sorpresa final.
No vamos a decir mucho más, pero sí te podemos adelantar algo:
te quedarás en silencio, mirando el mar, sabiendo que estás exactamente donde deberías estar.
UN DÍA EN EL PARAÍSO
Railay Beach en longtail y a nuestro ritmo
Hoy nos espera uno de esos días donde el tiempo se detiene y el entorno lo llena todo.
Salimos por la mañana en longtail boat privada rumbo a Railay, una península inaccesible por carretera, rodeada de acantilados de piedra caliza, selva, cuevas y playas que parecen sacadas de un sueño tropical.
Pasaremos allí el día completo, con tiempo para bañarse en aguas cristalinas, pasear por sus caminos de arena, explorar miradores escondidos o simplemente tumbarse a no hacer absolutamente nada.
La magia de Railay no se explica, se vive. Es ese lugar donde lo más difícil es elegir entre estar en la playa, la sombra o el agua.
El almuerzo en grupo está incluido, y será uno de esos momentos compartidos con sabor a sal, risas y buen rollo.
Por la tarde, seguiremos disfrutando hasta que el sol comience a bajar.
Y cuando el cielo empiece a teñirse de colores imposibles, regresaremos en nuestra longtail privada, viendo cómo el mar se transforma en espejo y el día se despide de forma épica.
Hoy no hace falta correr.
Solo dejarse llevar.
POSTAL EN MOVIMIENTO
Islas Phi Phi, Maya Bay y aguas turquesa sin filtro
El coordinador os citará a las 07:00 de la mañana para comenzar una de las jornadas más espectaculares del viaje.
Subiremos a una speed boat que nos llevará a las famosas islas Phi Phi, ese paraíso del mar de Andamán que muchos sueñan con ver… y que nosotros vamos a vivir desde dentro.
Navegaremos entre acantilados vertiginosos, playas escondidas y aguas que parecen Photoshop, pero no lo son. Son reales.
Visitaremos la legendaria Maya Bay, escenario natural de película, recientemente reabierta al turismo con medidas de protección ambiental.
La entrada a la bahía es como atravesar una cortina de piedra hacia otro mundo.
Después, nos sumergiremos en la impresionante Pileh Lagoon, una piscina natural de aguas jade encerrada entre paredes de roca.
Ideal para nadar, flotar, cerrar los ojos y no pensar en nada.
Durante la excursión haremos snorkel en varios puntos, con equipamiento incluido, para descubrir la vida marina bajo nuestros pies: peces de colores, corales y, si hay suerte, alguna sorpresa inesperada.
La comida también está incluida, y será un momento perfecto para reponer fuerzas en plena naturaleza, con los pies casi tocando la arena.
Por la noche, como siempre, tendremos alguna propuesta opcional para quien aún tenga ganas de compartir momentos con el grupo.
Una cena, una copa, una conversación que se alarga sin prisa.
Porque después de un día así, el cuerpo flota y el alma también.
RUMBO A PHUKET
Última parada: desconexión, mar y buen sabor final
Nos despedimos de Krabi y del mar de Andamán para poner rumbo a nuestra última etapa del viaje: Phuket, la isla más grande de Tailandia y uno de los destinos más emblemáticos del sur del país.
Nos trasladaremos por carretera en transporte privado, disfrutando del paisaje que acompaña el cambio de escenario.
Este tramo del viaje está pensado para relajarse, saborear los últimos días con calma y, sobre todo, para cerrar esta experiencia como se merece: con atardeceres frente al mar, paseos sin prisa, y ese aire a despedida bonita que ya empieza a sentirse.
En Phuket tendremos dos días completos para disfrutar a nuestro ritmo, con propuestas opcionales para quien quiera seguir explorando y mucho espacio para simplemente parar, respirar… y mirar atrás.
Lo más difícil de un gran viaje no es comenzarlo.
Es saber que está terminando.
Pero aún queda.
Y vamos a vivirlo hasta el último momento.
RESPIRAR, RECORDAR, DISFRUTAR
Día libre en Phuket y cena de despedida
Hoy no hay alarmas, ni citas, ni mapas que seguir.
El día es completamente libre, para que cada uno lo viva a su manera.
Pasear por la playa, hacer alguna excursión opcional, perderse en un mercado, probar un último masaje tailandés o simplemente no hacer nada… y hacerlo bien.
Es el momento de mirar atrás y darse cuenta de todo lo que hemos vivido: los templos, las risas, los trayectos, las comidas compartidas, los silencios entre montañas, los baños en el mar, las conversaciones a media noche y las fotos que ya nunca serán solo fotos.
Y por la noche…
nuestra cena de despedida.
Nos reuniremos una última vez, todos juntos, para celebrar lo vivido, brindar por lo que vendrá y cerrar este viaje como lo empezamos: en familia.
Habrá palabras, habrá miradas, y quizás alguna lágrima discreta.
Pero sobre todo, habrá gratitud.
Porque Tailandia no solo nos recibió,
nos transformó un poco a cada uno.
REGRESO A CASA
Un viaje que termina… y se queda para siempre
Llega el momento menos esperado pero inevitable: el regreso a casa.
Nos despedimos de Tailandia con el corazón lleno y la maleta —quizás— un poco más apretada… pero sin duda, mucho más rica en recuerdos que en ropa.
Tomaremos el vuelo EY411 a las 09:10, desde Phuket hacia Abu Dabi, donde llegaremos a las 12:50.
Allí haremos conexión con el vuelo EY103 a las 14:15, rumbo a Madrid, con llegada prevista a las 19:25.
Será un día largo, pero distinto.
Un viaje de vuelta que se vive con la serenidad de haber exprimido cada instante, con el cuerpo cansado y el alma llena.
Quizá durante el vuelo alguno repase las fotos, otro escriba lo vivido, otro duerma profundo…
Y alguno, simplemente, se quede en silencio, sonriendo hacia dentro.
Porque eso es lo que hace un gran viaje:
No se termina en el aeropuerto.
Se queda contigo, y te acompaña para siempre.
Gracias por formar parte de esta aventura.
Nos vemos en la próxima.